“LEJOS” (“AWAY”): Una Gran Apuesta de Netflix Que Cumple Y Atrapa

por Leonardo L. Tavani

Calificación: MuyBuena (★★★★)

    Empecemos por el principio, lo que no por obvio deja de ser importante. Y en este caso importa, puesto que Away nos presenta un obstáculo muy importante para sortear apenas se dispone el espectador a verla, que es el de la propia naturaleza de su trama. Pareciera que una gigantesca pancarta con la leyenda “warning” (peligro) se posara sobre el televisor al momento de encarar su visionado, y eso ocurre porque a esta historia ya la vimos un millar de veces y en todas sus posibles vertientes, desde el drama, la sci-fi pura y dura o el terror espacial. Alguien objetará que al cuento de cenicienta también lo vimos millones de veces en la pantalla y no por eso dejamos de engancharnos con él en cada nueva ocasión, pero ocurre que “Cinderella” pertenece a esos tipos de historias que están construidas en base a arquetipos universales, los que sirven de plantilla (si se nos permite la expresión) a casi todo tipo de trama que se pueda imaginar. De ahí la genialidad tanto de Charles Perrault como de los hermanos Grimm, cuyos cuentos infantiles presentan una maravillosa universalidad que ha vencido con éxito la prueba del tiempo. Otro tanto ocurre con Shakespeare y sus inmortales dramas y comedias, que llevan cinco siglos reciclándose en millares de argumentos que nunca queremos dejar de disfrutar. Pero este de ahora no es en modo alguno un arquetipo universal, sino un argumento producto de un desarrollo tecnológico y científico cuyas posibilidades eran puramente especulativas en el pasado y que ahora ya no lo son tanto.

"TED LASSO" - Una Serie Magnífica que Reconcilia con la Comedia

por Leonardo L. Tavani

Calificación: Excelente (★★★★★)

    ¿La comedia es un género que debe provocar carcajadas desternillantes en los espectadores? Ciertamente no. La segunda acepción del término en el diccionario de la lengua española dice claramente “obra dramática de cualquier género”, y esto es así porque “drama” quiere decir propiamente “obra perteneciente a la poesía dramática”. O sea, toda representación que posea argumento lógico. Entonces, si la comedia no es ni debe ser por necesidad una sucesión hilarante de gags absurdos, tenemos que una buena comedia es aquella en la que los aspectos más trágicos y amargos de la vida se suavizan a partir de una visión menos subrayada y más esperanzada de las cosas. En la comedia hay conflicto, porque sin conflicto sencillamente no existiría acción dramática alguna, pero el conflicto en la comedia se resuelve por medios no trágicos. Por otra parte, comedia y comicidad no son conceptos análogos. La comicidad es parte del género cómico, que es como deberíamos denominar apropiadamente a las comedias hilarantes y/o absurdas. Las viejas películas mudas de la Kingston, de una bobina, eran comicidad pura. Sus persecuciones a toda velocidad, esos personajes que se daban golpes y tortazos a granel, así como sus policías de ficción que causaban más carcajadas que temor, eran una sucesión más o menos coherente de eventos meramente destinados a hacer reír (un análogo moderno sería la saga de La Pistola Desnuda, por caso). El elemento constitutivo del género cómico es, pues, el gag. La comedia, en cambio, ciertamente contiene o puede contener gags, pero ellos no son ni su esencia ni su conclusión. La comedia, por lo tanto, no necesita arrancar carcajadas ni provocar delirio para ser tal. Es una mirada ácida, pícara, poco complaciente y aguda de la vida y sus circunstancias, y como tal establece un clima narrativo, una pátina estilística que la torna inconfundible.

"EMILY EN PARÍS": UNA NORTEAMERICANA SUELTA EN LA CIUDAD DEL AMOR

por Leonardo L. Tavani

Calificación: Excelente (★★★★★)

    Darren Star no come vidrio. Se formó bien de abajo en las lides de producción aunque también debutó muy temprano como guionista con una divertida comedia romántica de ciencia ficción (extraña mezcla, lo sabemos, pero que en este caso funcionó) titulada Goin’ Time on Planet Earth (1988, Charles Matthau). En 1991 hizo lo propio con If Could Cool Kill (William Dear), en la que Richard Grieco (por entonces una estrella juvenil en ascenso) se convertía en un espía adolescente a la fuerza en medio de un viaje de estudios a Francia. Pero su formación estuvo ligada siempre a la tevé y bajo el paraguas de grandes veteranos del medio, como el muy querido Aaron Spelling (papá de Tori, probablemente el único gran pecado en la vida del creador de El Crucero del Amor), bajo cuyas órdenes supo producir Beverly Hills 90210 y MelrosePlace, entre otras.

“LA BESTIA ESTELAR”: Doctor Who celebra su 60 aniversario recuperando toda la magia Perdida

Por Leonardo L. Tavani Calificación: Muy Buena ★★★★ El sábado último regresó la mítica serie Doctor Who . Lo hizo con el primero de lo...