“LA NOCHE DEL DEMONIO”: Un Viaje en el Tiempo Para Disfrutar del Mejor Cine de Terror



por Leonardo L. Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★

Night of the Demon. Inglaterra, 1958.
Dirección: Jacques Tourneur – Fotografía: Ted Scaife – Música: Clifton Parker –
Guión: Charles Bennett y Hal E. Chester, basado en el cuento “Casting the Ruins
de Montague R. James – Elenco: Dana Andrews, Peggy Cummins, Niall MacGuinnis, Maurice Denham, Athene Seyler, Liam Redmond, Ewan Roberts.-
Distribuida por Columbia Pictures. 95 minutos.

            El cine de terror ha cambiado tanto, ha experimentado tales transformaciones, que resulta difícil recomendarle a las jóvenes audiencias un verdadero clásico del género. Incluso algunos buenos exponentes de los años ‘80s, tales como Poltergeist (1982, Tobe Hooper) o Christine (1983, John Carpenter), parecen tan alejados de las preferencias pochocleras actuales como lo estaría el cine de Francoise Truffaut de los esperpentos de Edward D. Wood Jr. Por ello resultó tan bienvenido el éxito de The Conjuring (El Conjuro; James Wang, 2013), ya que el filme apeló a un estilo old fashioned astutamente reciclado, deudor de los mejores exponentes del género, tomándose su tiempo para desarrollar una trama compleja en la que el suspenso y la sutileza supieron imponerse por sobre el sobresalto y el efectismo barato. Ahora bien, gracias a las maravillosas remasterizaciones para Blu-Ray Disc se han rescatado verdaderas joyas casi perdidas, que si se habían editado en el ya perimido formato VHS lo fueron en copias deplorables y por lo general con menos minutos de metraje.  Las producciones británicas, en particular, enfrentaban la férrea censura tanto del Código Hays como de la Liga Católica de la Decencia —de enorme influencia en la Meca del Cine—, lo que motivaba a los Estudios a podar la mayoría de las cintas de horror que provenían de Gran Bretaña o que se realizaban en co-producción con dicha nación. Además se les alteraba sistemáticamente el título, con lo que todavía hoy reina una gran confusión respecto de exponentes seminales del género, aspecto que esperamos haber clarificado (en parte) con nuestro artículo acerca de la historia de la Hammer Film Production. El filme que nos ocupa, por caso, se estrenó en EE UU con 12 minutos menos de los 95 originales —lo que debió dejarlo anémico en cuanto a poder sugestivo— y con el título de Curse of the Demon. Ahora, con una imagen prístina y su metraje restaurado, podemos por fin disfrutar de una pieza maestra de la gran galería del terror: La Noche del Demonio/ Night of the Demon (1957), el último canto del cisne de un director hoy revalorizado, el talentoso Jacques Tourneur. Vayamos por él.

“VENOM”: Cuando la Alquimia Funciona Bien


Por Leonardo L. Tavani
Calificación: Muy Buena ★★★★

Venom (ídem) EE UU, 2018.
Dirección:  Ruben Fleischer– Fotografía: Matthew Libatique– Música: Ludwig Göransson – Guión: Scott Rosenberg, Jeff Pinkner, Kelly Marcel (Cómic: Todd McFarlane, David Michelinie) Elenco: Tom Hardy,  Riz Ahmed,  Michelle Williams,  Jenny Slate,  Reid Scott,  Michelle Lee, Scott Haze,  Mac Brandt,  Sope Aluko,  Wayne Pére,  Jared Bankens,  Al-Jaleel Knox, Sam Medina,  Melora Walters,  Peggy Lu,  Woody Harrelson. – Columbia, 112 min.-

Primero, una aclaración. Quien esto escribe cumplirá los 50 años el próximo mes de enero, y como se desprende de los variados artículos de este blog, es un amante del cine en todos sus estilos y variantes. Pero sobre todo de ese cine de calidad, europeo y también norteamericano—qué va— que cada vez agoniza con más celeridad. Un ciberlector extrañado podría pensar (y con razón) cuan raro es que alguien así preste tanta atención al subgénero de superhéroes y/o cómics en general. A ese hipotético amigo le responderíamos así: Argentina ha tenido una larga y hermosa tradición en cuanto atañe a la historieta, pero hasta los años ‘60s se trató siempre de exponentes muy diferentes a la temática que nos ocupa; Patoruzú, Isidoro, Don Fulgencio (el hombre que no tuvo infancia), Fúlmine y un largo etcétera, jamás pertenecieron a esa génesis de personajes e historias que sí irrumpirán en nuestro medio a partir de la década citada, con revistas como Hora Cero (dónde se lució el primer Oesterheld) y todas las de la inolvidable Editorial Columba. La generación a que pertenece este humilde escriba, por ende, no tuvo padres que fueran lectores de este último tipo de cómics; y así como el 1º de diciembre de 2007 (en el Monumental) el autor se vio literalmente rodeado de pibitos porque estos conocían perfectamente a The Police gracias a sus padres (que eran de nuestra misma edad, por cierto), lo opuesto es perfectamente cierto.

Por Leonardo L. Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★

Cinema Paradiso. Italia, Francia; 1988.
Dirección y guión: Guiseppe Tornatore – Fotografía: Blasco Giurato – Música: Ennio Morricone – Editor: Mario Mora -Elenco: Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Philippe Noiret, Leopoldo Trieste, Antonella Attili. –  123 min. (Y 155 min. en la versión del director).-
Las pequeñas cosas lo cambian todo. No las grandes, no las dramáticamente trágicas. De esas siempre es posible reponerse, y usualmente —pasado el temporal— se retoman los mismos hábitos y se vuelve a los mismos caminos. Pero las diminutas transformaciones, los mínimos gestos, las acciones más banales, todo ello suele parecerse a la semilla de mostaza, que de tan pequeña parece invisible, pero al germinar produce un arbusto fabulosamente grande. Las pequeñas cosas suelen tardar en irrumpir en nuestras vidas, a veces décadas. Así pasó con este llamado telefónico. Tardó más de treinta años en producirse; la anciana que tomó el aparato pensó en esa acción por muchos lustros, pero supo esperar el momento; supo ser paciente. Y acertó. Del otro lado de la línea, separada de ella por casi dos tercios de la península itálica, una magnífica cama imperial revela más de lo que las palabras podrían decir.

BERNARDO BERTOLUCCI: ÚLTIMO TANGO y ADIÓS


Por Leonardo L. Tavani
Este lunes 26 de noviembre partió al paraíso de los cineastas el grande, el enorme Bernardo Bertolucci. No podíamos ignorar la noticia, y a algo más de mes y medio para que este blog cumpla un año de existencia nos preguntamos cómo diablos no le dedicamos un artículo antes. Omisión imperdonable, este de ahora será un paper de apuro y carente del cuidado que habitualmente le damos a cada trabajo nuestro, pero servirá —cuando menos— de agradecimiento y despedida a un cineasta impar, inclasificable y rebelde como pocos. Repasemos, entonces, su vida y su obra. 

“Daredevil”: El Héroe y el Demonio en una Misma Piel

Por Leonardo L. Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★
DAREDEVIL. EE UU; 2014, 1016 y 2018.
Producción de Marvel, ABC y Netflix. Creada por Drew Goddard.
Dirección: Drew Goddard,  Phil Abraham,  Stephen Surjik,  Peter Hoar,  Ken Girotti, Euros Lyn,  Farren Blackburn,  Steven S. DeKnight,  Guy Ferland,  Nick Gomez, Adam Kane,  Nelson McCormick,  Brad Turner,  Andy Goddard,  Marc Jobst, Floria Sigismondi,  Michael Uppendahl Música: John Paesano -Guión: Bill Everett, Drew Goddard, Luke Kalteux, Ruth Fletcher, Christos N. Gage, Whit Anderson, Sneha Koorse, Douglas Petrie, Marco Ramirez, Steven S. DeKnight, Lauren Schmidt, Joe Pokaski, John C. Kelley, Mark Verheiden (Personajes: Stan Lee)- Elenco: Charlie Cox,  Deborah Ann Woll,  Elden Henson,  Rosario Dawson, Vincent D'Onofrio,  Jon Bernthal,  Ayelet Zurer,  Bob Gunton,  Toby Leonard Moore, Vondie Curtis-Hall,  Susan Varon,  Geoffrey Cantor,  Judith Delgado,  Amy Rutberg, Peter Shinkoda,  Jaime Slater,  Elodie Yung,  David Vadim,  Carrie-Anne Moss, Wilson Bethel.-
Tres temporadas de 13 episodios c/u, por Netflix.-

Sanguinaria (que no sangrienta), salvajemente explícita, desgarradoramente pesimista, dramáticamente oscura y asfixiante; así es —al menos en una somera descripción— el complejo universo de Marvel’s Daredevil, la serie. Decididamente adulta en cada minuto de su metraje, la serie de Netflix y Marvel Televisión apunta mucho más a un público maduro y pensante que a los espectadores más jóvenes y puramente amantes de los cómics, los cuales no quedarán defraudados —empero— si se prestan al juego que esta realización propone. Antes que nada, conviene aclarar que tanto esta serie como su producción “hermana”, Jessica Jones (cuya review ya está publicada en este mismo blog), no requieren en absoluto conocer las historietas originales en que se basan ni mucho menos ser un fan o adicto a las mismas. Todo lo contrario, en su profundo y amargo hiperrealismo —absolutamente deudor, además, del Film Noir— ambas series introducen la posibilidad de la convivencia con personas dueñas de capacidades alternativas dentro de un marco ácidamente dramático y “determinista”.

“Jessica Jones”: El Lado Oscuro y Descarnado de Marvel

Por Leonardo L. Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★
Jessica Jones. EE UU, 2015 y 2017.
Producción de Marvel, ABC y Netflix.
Dirección: Melissa Rosenberg (Creadora),  Simon Cellan Jones,  S.J. Clarkson,  David Petrarca, Stephen Surjik,  Uta Briesewitz,  John Dahl,  Billy Gierhart,  Rosemary Rodriguez, Michael Rymer  -Guión: Brian Bendis, Melissa Rosenberg, Michael Gaydos, Jenna Reback, Dana Baratta - Elenco: Krysten Ritter,  David Tennant,  Rachael Taylor,  Mike Colter,  Carrie-Anne Moss, Erin Moriarty,  Wil Traval,  Ryan Farrell,  Susie Abromeit,  Eka Darville,  Robin Weigert, Paul Pryce,  Michael Siberry,  Colby Minifie,  Nichole Yannetty,  Rebecca De Mornay, Lisa Emery,  Clarke Peters,  Gillian Glasco,  Danielle Ferland,  Rosario Dawson, Elizabeth Cappuccino,  Kieran Mulcare,  Catherine Blades,  Ruibo Qian,  Alexis Wolfe.-
Dos temporadas de 13 episodios c/u, por Netflix.-

Usted imagine, cualquiera sea su edad, que desprecia por completo el (sub)género de superhéroes y demás personajes provenientes del cómic. Visualícese odiando a cada filme y a cada serie que se basa en dicho(s) universo(s). La mitad, o casi, de nuestros cyberlectores encaja en esta suposición; la otra parte —por favor— síganos el juego. Está por demás sobreentendido, entonces, que si usted adopta la postura que planteamos, jamás, pero jamás, verá Marvel’s Jessica Jones. Si usted es como este humilde escriba, que en su adolescencia tan solo leía historietas de Editorial Columba (El Tony, Nippur Magnum, etc.) pero ignoraba casi todo lo referente a Marvel —e incluso bastante acerca de D.C.— entonces es más que posible que el simple título de esta serie apenas si le evoque la idea de una heroína femenina, acorde a los nuevos tiempos, la que sin dudas será más de lo mismo pero arropada con algunos toques posmodernos destinados a los espectadores ‘millennials’. Si es así, entonces, ocurre que tanto usted como el autor están (‘estamos’) irredimiblemente equivocados.

“Mi Ex Es Un Espía”: Dos Amigas con Licencia para Matar

por Leonardo L. Tavani
Calificación: Buena ★★★
Mi Ex Es Un Espía (The Spy Who Dumped Me) EE UU, 2018. Lionsgate & Imagine Entertainment; 117 min.-
Dirección y Guión: Susanna Fogel – Fotografía: Barry peterson – Música: Tayler Bates – Elenco: Mila Kunis, Justin Theroux, Kate McKinnon. Gillian Anderson, Sam Heughan, Fred Melamed y Hasan Minhaj.-
Estrenada en Buenos Aires el pasado 30 de agosto, acabamos de ver Mi Ex es un Espía, comedia de acción y espionaje dirigida por Susanna Fogel y protagonizada por Mila Kunis y Kate McKinnon. Veamos a continuación qué tan aceitada está la maquinaria hollywoodense y cómo se ha comportado con esta interesante producción.

"The Long Good Friday" – Cuando Londres Hervía de Odio

Por Leonardo Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★

VIERNES SANGRIENTO (The Long Good Friday) U.K, 1981.
Dirección: John Mackenzie – Fotografía: Phil Meheux – Música: Francis Monkman – Guión: Barrie Keefe - Elenco: Bob Hoskins, Helen Mirren, Dave King, George Coulouris, Paul Freeman, Eddie Constantine, Bryan Marshall. –  HandMadeFilms, 114 min.-
Existen películas que trascienden su marco histórico temporal, que sobrepasan con creces las intenciones originales de sus hacedores, obras que realizan una radiografía cruenta y necesaria de su sociedad y sus circunstancias; en fin, filmes que se convierten en mojones imprescindibles para entender no sólo cómo llegamos hasta aquí, sino —por sobre todo— en faros que iluminan el camino del propio cine, guías para no perder el maravilloso arte de narrar con una cámara. Viernes Sangriento es una de ellas, un filme inolvidable y poderoso, dueño de una gramática descarnada y un apabullante realismo; testigo de su época, al pintar su aldea y su realidad acaba por tornarse universal y perenne. El autor de estas líneas la vio por única vez allá por 1983, en el inolvidable y desaparecido cine Astro de la ciudad de La Plata (que estaba en calle 48 entre Av. 7 y calle 8). Se acercaba octubre, y con él las esperadas elecciones que acabarían con algo más de 7 años de un régimen militar espeluznante. Este crítico contaba entonces con 14 años, y si bien ya era un cinéfilo de fuste, está claro que nadie a esa edad (y en especial por aquellos tiempos) podía tener la madurez suficiente como para entender cabalmente las sutilezas de una cinta de esta magnitud.

“Mi Obra Maestra”: Una Amistad a Prueba de Estafas



Por Leonardo L. Tavani
Calificación: Buena ★★★
Mi Obra Maestra.  Argentina-España, 2018.
Dirección: Gastón Duprat – Guión: Andrés Duprat - Música: Emilio y Alejandro Kauderer –  Elenco: Luis Brandoni, Guillermo Francella, Andrea Frigerio, Raúl Arévalo.-
Arturo y Renzo son amigos de toda la vida. La suya es una de esas amistades que trascienden todas las cosas y superan cada agachada posible. ¡Y vaya si Renzo ha cometido agachadas…! Especialmente hacia su sufrido camarada, que ya no sabe cómo justificar la lealtad que a duras penas le mantiene. La vida, la vejez, los fracasos; esas y muchas otras cosas han llevado a ambos hacia extremos opuestos. Renzo Nervi, artista plástico que alguna vez conoció las mieles del éxito, ha profundizado cada una de esas manías que la juventud disimulaba. Misántropo, desencantado de todo, narcisista pero a la vez autodestructivo, el pintor parece no poder evitar profundizar la caída perpetua en que ha convertido su existencia. Ya no vende un cuadro ni por casualidad, su arte parece perdido en el limbo del hastío, y su soledad se disimula con pequeños rituales sin sentido.

Margarethe von Trotta: Pasión y Compromiso para el Nuevo Cine Alemán de los ‘70s



por Leonardo L. Tavani        
   Por cierto que las mujeres han tenido que remar, y mucho, para conquistar cada palmo de libertad y autodeterminación que llevan obtenidos, aunque está claro que aun falta un enorme camino por recorrer para que la igualdad sea algo más que una simple palabreja carente de sentido y vacía de todo significado. El mundo del cine no ha sido ajeno a los vaivenes culturales de cada época, y si bien durante el período mudo las estrellas femeninas alcanzaron un status único (de hecho, por mucho que les sorprenda, en esos tiempos tanto la estrella femenina como la masculina cobraban prácticamente lo mismo por película; las discriminatorias diferencias actuales se remontan a principios de los ‘70s), lo cierto es que la silla del director resultó el bastión más difícil de alcanzar para ellas. No sería el único, pero sí el de más importante simbolismo. La norteamericana Dorothy Arzner (1900-1979) fue una auténtica pionera en ese rubro (también fue montadora y guionista), contando con filmes tales como Old Ironsides (1926), The Wild Party (1929) o Christopher Strong (1933), pero en esta ocasión nos vamos a ocupar de la ex República Federal Alemana y una de sus directoras más influyentes y talentosas, hija directa de la posguerra y —casi sin ninguna duda— la que mayor fama internacional ha conseguido: la enorme Margarethe von Trotta.

Rouben Mamoulian, el Director que le Devolvió el Movimiento al Cine


por Leonardo L. Tavani
  Apenas 18 películas le bastaron para quedar inscrito en el libro de oro de la historia del cine, tan solo 18 oportunidades para desplegar su arrolladora creatividad, su independencia de criterio y su indoblegable creatividad. Revolucionó el naciente período sonoro con la aplicación de técnicas de grabación hasta entonces inauditas, y dejó su sello marcado a fuego en la aplicación temprana del color, al que utilizó como vehículo plástico de narración y sugestión. Pero todo esto se resume en una definitoria herencia que todavía hoy debemos agradecerle: le devolvió al cine el Movimiento. Cuando sus criterios y libertad creativa entraron en colisión con los obtusos intereses de los magnates de la industria, simplemente tomó su sombrero, se sacudió el polvo de los zapatos y sin decir palabra se marchó. No volvió a rodar un solo palmo de celuloide en toda su vida, pero su herencia se mantiene  todavía inalterable, por lo que resulta imposible pasarla por alto. Acompáñennos a redescubrir a uno de los más grandes directores de la historia del séptimo arte, Rouben Mamoulian.

Fim Noir o Cine Negro: Dos Nombres para el Género que Nos Retrata desde el Subsuelo

por Leonardo L. Tavani        
Bogart como Sam Spade en "El Halcón Maltés"
  Su nombre se evoca en francés, pero sus raíces son eminentemente norteamericanas. Sus estudiosos lo diseccionaron desde la ciudad luz, pero cada fotograma que lo definió brotó del corazón de Tinseltown. Es un estilo, una gramática, un movimiento. Es la noche, la niebla y el humo de un cigarrillo que asfixia el cielorraso de una habitación que apesta. Es la paranoia y el miedo, la pasión y la ciudad; el sexo sucio y la codicia irredenta. Film Noir le sienta bien, pero no le hace justicia; suena demasiado cool como para dibujar una realidad tan amarga. En su propia lengua suena mejor; en la nuestra también. Cuando apareció nadie sabía muy bien cómo clasificarlo. Se impuso porque era inevitable, porque nos reflejaba tal como éramos, no como decíamos ser. Triunfó sobre modas y corrientes hasta definir un modo casi unívoco de ver el mundo; de tolerarlo; de escupirle en el rostro. Es el Cine Negro. Es el lado ‘B’ del relato; de todo relato. Somos nosotros desnudos de toda moral. Bienvenidos al sótano.

MARÍA FÉLIX: PASIÓN MEXICANA, TORBELLINO UNIVERSAL

por Leonardo Tavani
El maravilloso poder simbólico del cinematógrafo engendró desde su nacimiento una serie de nuevos fenómenos sociales —nuevas mitologías— que invocaron otras voces, otras miradas. A él le pertenece la aparición del star system, expresión glamorosa que esconde una realidad inabarcable, que es la relación cuasi religiosa entre el público y la estrella de cine. ¿Y qué diablos es una estrella? Pues otra cosa muy distinta del actor, y muy emparentada con la Diva. A partir de la belle èpoque, cuando el teatro y la ópera se volvieron respetables, esos mágicos seres que se adueñaban del espacio simbólico de un escenario se transformaron en divos; eran amados y venerados —imitados en sus excentricidades— y seguidos de ciudad en ciudad con admirable estoicismo. La soprano era la diva de la ópera (Lotte Lehmann, Grace Bumbry, Maria Callas), y la actriz de prestigio la diva de la prosa (Sarah Bernhardt, Isadora Duncan, Henry Irving en la sección masculina). El cine lo cambió todo, y de pronto, su hipnótica alquimia transformó a esos divos en dioses, en seres más grandes que la vida; héroes y heroínas de vidas infinitamente más interesantes que nuestras mediocres existencias.

Drácula en el Cine: Una Historia de Hemoglobina y Celuloide


por Leonardo Tavani

INTRODUCCIÓN


         Si bien los vampiros habían revoloteado antes por las páginas de la literatura gótica inglesa (The Vampire, 1821, de John William Polidori / Melmoth the Wanderer, 1820, de Charles Robert Maturin / Varney the Vampire, or the Feast of Blood, 1847, de John Malcolm Rymer / Carmilla, 1871, de Joseph Sheridan Le Fanu), no sería sino hasta la publicación de Drácula —en 1897— que los no-muertos alcanzarían el status de íconos de la cultura popular occidental que hasta hoy ostentan. Su autor, el irlandés Abraham “Bram” Stoker (1847-1912) —esoterista e iniciado en la Hermetic Order of the Golden Dawn (Orden Hermética del Amanecer Dorado)— se inspiró en la figura del Voivoda (similar o equivalente a “príncipe”) Vlad Tepes (o Tsepesch), alias Vlad Drakul y Vlad “el empalador”, quien ocupó por tres veces el trono de Valaquia durante el último tercio del siglo XV y combatió ferozmente a los turcos hasta el final de su vida. Sus peculiares hábitos, entre ellos el de beber la sangre de sus enemigos recientemente ejecutados —fruto, sin dudas, de prácticas mágicas (nigromancia y necromancia) en las que estaba iniciado— unido a su proverbial ferocidad en batalla, lo hicieron el candidato ideal para encarnar al príncipe de los vampiros. Stoker utilizó un amplio material de estudio que le proveyó su amigo personal y “hermano” en la Orden, el profesor Arminius de la Universidad de Copenhague, al que se permite nombrar dos veces en la novela, haciéndolo pasar como colega del ficticio Dr. Van Helsing. Los detalles acerca de su creación son por demás jugosos, pero deberán quedar para un blog que trate exclusivamente de literatura; nosotros, de aquí en más, nos abocaremos a su traspaso a la gran pantalla. ¡A cuidar las carótidas!

“THE EXPANSE”: Cuando el Sistema Solar resulta un Lugar Muy Pequeño



Por Leonardo Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★

The Expanse (Ídem) Canadá, 2015-‘17.
Emitida por SyFy Channel. Disponible en Netflix.
Serie de Tevé. Tres temporadas. Basada en la serie de novelas de James. S.A. Corey.
Creada por Mark Fergus & Hawk Ostby.
Interpretes: Thomas Jane, Steven Strait, Cas Anvar, Shohreh Aghdashloo, Wes Chatham, Florence Faivre, Shawn Doyle.-

            Por un momento olvidémonos de antecedentes, fichas técnicas, novelas de origen, país de procedencia y todas esas cosas que rodean a un proyecto televisivo hasta casi ahogarlo. Apaguemos todo y quedémonos tan solo con una cosa, el producto en sí. Y conste que “producto” es apenas un sustantivo que no puede ni pretende disminuir el maravilloso poder sugestivo de la serie que nos ocupa. Hagamos silencio entonces, y al menos durante estos primeros párrafos, centremos nuestra atención en una única cosa: The Expanse.

El Agotamiento de las Sagas Cinematográficas: Una Aproximación al Problema


           
 

por Leonardo Tavani


          
  El presente artículo nació de una conversación entre amigos, cuando uno de ellos hizo notar la absoluta vacuidad de la última cinta de la franquicia Jurassic Park. Nuestro querido contertulio asistió por vez primera a una sala “4-D”, uno de esos inventos absurdos para retener a las audiencias que en verdad no hacen otra cosa que bastardear la esencia misma del cine, y dicha película era la programada para fungir como conejillo de indias del experimento. La cuestión era que nuestro amigo reconocía que, a no ser por el novedoso sistema de proyección, el filme había resultado más de lo mismo, tan intrascendente como olvidable. Entonces la conversación viró hacia la obvia pregunta acerca de la validez de tanta secuela en cadena, tema por demás interesante, ya que el concepto mismo de “continuación”, “saga” o “secuela” contiene en sí mismo un germen peligroso que la industria hollywoodense parece ignorar por completo, una cuestión de vital importancia que los ejecutivos actuales (todos ellos tiburones corporativos, desconocedores de la esencia misma del negocio del cine) pasan por alto olímpicamente, en pos de un lucro millonario que en ocasiones ni siquiera consiguen, tal el caso de Alien: Covenant (2017), lamentable fiasco de taquilla que mereció mejor suerte y al que ya volveremos más adelante. Desarrollemos a continuación nuestro tema.
la nueva saga jurásica

Westworld 2ª Temporada: La Rebelión de las Máquinas o Prometeo Revisitado


Por Leonardo Tavani

Calificación: Excelente (★★★★★)


Westworld II Temporada (Ídem) Canadá, EE UU, 2018.

H.B.O. 10 episodios. Ficha técnica disponible en nuestro artículo
acerca de la primera temporada.-"Westworld 1a temporada/artículo"
            Estimados amigos, tengan un poquito de paciencia, vamos a ir por un camino menos transitado que, sin embargo, tiene todo que ver con el “ethos” que propone esta apabullante segunda temporada de Westworld. Veamos, el hombre añora lo que no tiene, y cuando lo obtiene, lo desdeña por completo. ¿Puerilidad, inmadurez? Tal vez no, quizá se trate de una búsqueda más profunda cuya urgencia nunca se extingue. Dalmiro Sáenz dijo en cierta ocasión que “buscar la felicidad es maravilloso, hallarla es atroz”. Para que la pulsión de vida (Eros) se imponga sobre la de muerte (Tánatos) es necesario contar con una motivación profunda, con un motor que impulse hacia delante, que es precisamente lo que se pierde en las condiciones clínicas tales como la depresión, las fobias inmovilizantes, algunas formas de demencia, etc. En términos cinematográficos nos viene a la mente, por caso, la última parte de la trilogía dedicada a Batman por parte de Christopher Nolan, hermano del creador y co autor de la serie que nos ocupa —The Dark Knight Rises— debido a que dicho filme cuenta con una parábola que nadie apreció debidamente en el momento de su estreno, y que resulta más que pertinente en cuanto a nuestra introducción. Bruce Wayne ha perdido por completo la pulsión de vida; apenas si lo motoriza una férrea concepción del “deber” que, de hecho, no es otra cosa que una de las facetas de su neurosis de personalidad. Tal como ocurre con la tensión dialéctica “héroe/antihéroe” que divide su psique, la nueva amenaza de Baine lo conduce a actuar no por motivaciones positivas, sino porque él ha construido un alter ego que asume sus culpas y vacilaciones íntimas, las que se liberan catárticamente cuando obra como una suerte de “mesías oscuro”, cosa que queda bien ejemplificada en el final de la cinta anterior. O sea, Batman vuelve al ruedo por un equívoco sentido de “justicia” que en realidad oculta su necesidad de auto castigo y penitencia. Por ello Baine lo vence y le quiebra la espina dorsal.

“OBEDIENCIA”: Un Drama Acerca de dos Mujeres Mutiladas por la Fe y las Tradiciones


Por Leonardo Tavani

Calificación: Muy Buena (★★★★)

 

Obediencia (Obedience) Inglaterra, 2017.

Dirección: Sebastián Lelio – Guón: Lelio y Rebecca Lenkiewicz - Elenco: Rachel Weisz, Rachel McAdams, Alessandro Nivola y Allan Corduner. – Universal, 105 min.
 

La obediencia, aunque necesaria para el funcionamiento de las instituciones más férreamente verticalistas creadas por el hombre —tales como las órdenes religiosas, la monarquía y la milicia— no es un concepto que deba (necesariamente) extenderse a otros aspectos de la sociedad. Incluso en términos jurídicos es correcto decir que “acatamos” las leyes, no las obedecemos. Estas son parte de un marco regulatorio que, por medio de pactos y acuerdos, se dan los individuos a sí mismos, tendiente a asegurar el bienestar de todos los miembros de una sociedad. La obediencia, en cambio, implica casi siempre la sumisión absoluta a la voluntad de un superior —o a los principios abstractos que lo inspiran— sea este inmaterial (la divinidad, la “Patria”) o material (un Abad, un General, un Papa, etc.), y absolutamente siempre —en cualquiera de sus formas— dicha ‘obediencia’ anula la libertad del individuo. Su libertad y su voluntad, claro está. Para que exista Obediencia se requiere aceptar la idea de un poder superior que sabe perfectamente qué cosa es mejor para todos los miembros de un grupo o colectividad dados, y sus representantes inmediatos ejercen dicho poder con total discrecionalidad y sin cuestionamientos.

“ALLURE”, un filme Conmovedor y Movilizante


Por Leonardo Tavani
Calificación: Excelente (★★★★★)

Allure (Ídem) Canadá, 2017.
Dirección y Guión: Carlos & Jason Sanchez – Fotografía: Sara Mishara – Música: Olivier Alary – Elenco: Evan Rachel Wood, Julia Sarah Stone, Denis O’Hare, Maxim Roy y Joe Cobden. – Seville International, Les Films Christal y The Samuel Goldwyn; 105 min.-
            Allure es un filme tan poderosa y peligrosamente atractivo como lo es el significado de su título en inglés. Atractiva es —sobre todo— su protagonista, por el oscuro poder de atracción que ejerce sobre los demás, haciendo recaer sobre sí misma un sino definitivamente trágico, imposibilitada de invocar para su vida fuerzas más benignas, casi como si su destino estuviera predeterminado para el fracaso emocional. Allure disecciona impiadosamente la (des)conexión de las personas en una sociedad cuyos valores y pilares  se han transformado en un lapso descorazonadoramente corto, impidiendo su reconstrucción y resignificación. Los cuatro personajes centrales de este sólido relato —cada uno con su mayor o menor injerencia en la trama—nadan en la angustia posmoderna que implica intentar establecer lazos afectivos y filiales con reglas viejas, especialmente cuando aun se desconocen las nuevas, cuando se carece de brújula para guiarse en territorio desconocido. Intentemos la reconstrucción de este asfixiante universo.

“Espiando a los Vecinos”: Una Comedia de Espionaje digna de los Mejores Antecedentes del Género


Por Leonardo Tavani
Calificación: Muy Buena (★★★★)
Espiando a los Vecinos (Keeping Up with the Joneses)
EE UU, 2016. 105 min.
Dirección: Greg Mottola - Guión: Michael LeSieur - Música: Jake Monaco
Fotografía: Andrew Dunn - Reparto: Jon Hamm, Isla Fisher, Zach Galifianakis,
Gal Gadot, Maribeth Monroe, Ming Zhao, Jeff Chase, Ari Shaffir, Cullen Moss,
Amy Parrish, Inder Kumar, Patton Oswalt, Matt Walsh, Michael Liu, Kevin Dunn.
Productora Fox 2000 Pictures / Parkes+MacDonald / Image Nation.-
   De vez en cuando Hollywood te sorprende. Es cierto que ya no lo hace tan a menudo como antes, más bien una vez cada muerte de Papa, pero cuando eso sucede te embarga una sensación de euforia difícilmente comparable a ninguna otra cosa. Exceptuando eso, claro está. Esto viene a cuento porque Espiando a los Vecinos, filme que se nos había escapado olímpicamente, resulta una gratísima y muy divertida sorpresa, un afortunado y bienvenido regreso de la comedia de espionaje. Ahora bien, que los yanquis son expertos en mezclar géneros nadie lo duda. Dueños de la coctelera de oro, han sabido conjugar con suma maestría líneas y estilos narrativos que otrora parecían estancos e inamovibles. De entre esas mágicas alquimias es la Comedia Policial la que más frutos artísticos —y comerciales— ha conseguido a través de los años. Por “policial” entiéndase tanto las variantes de espionaje, thriller, atracos, gángsteres y acción. Viene a nuestra memoria una joyita como The In-Laws (1979, Arthur Hiller), maravilloso filme en el que un rutinario dentista —cuya hija acaba de casarse— se ve invadido por su reciente consuegro, quien dice ser agente de la CIA y junto al cual vivirá por la fuerza una alucinante aventura que lo dejará al borde del colapso. Esos dos monstruos de Alan Arkin (The Seven Percent Solution, 1976) y Peter Falk (Columbo, 1971-‘77; Cookie, 1989) se divirtieron como nunca gracias a un perfecto guión de Andrew Bergman (Un Novato en la Mafia/The Freshman, 1990) en el que todo era perfectamente posible. La remake de hace unos años, con un avejentado Michael Douglas en el rol del consuegro invasivo, causaba vergüenza ajena, por decir lo menos.

Krzysztof Kiéslowski y su Trilogía “Tres Colores: Azul; Blanco; Rojo”: Un Canto de Amor al Cine y a la Libertad para Crear


Por Leonardo Tavani
Calificación: Excelente ★★★★★
(La calificación es tanto para los tres
filmes por separado como en conjunto)
Tres Colores:Azul (Trois Couleurs : Bleu) Francia-Suiza-Polonia, 1993.
Elenco: Juliette Binoche, Benoit Regent, Emmanuelle Riva, Florence Pernel.
100 min.-
Tres Colores:Blanco (Trois Couleurs: Blanc) Francia-Polonia, 1994. 
Elenco: Julie Delpy, Janusz Gajos, Zbigniew Zamachowski, Jerzy Stuhr.
92 minutos.-
Tres Colores:Rojo (Trois Couleurs: Rouge) Francia-Polonia-Suiza, 1994. 
Elenco: Irène Jacob, Jean-Louis Trintigant, Federique Feder, Jean-Pierre Lorit
99 min.-
Equipo técnico de la trilogía:
Dirección: Krzysztof Kiéslowski – Fotografía: Edward Klosinski – Música: Zbigniew Preisner - Escritas por: Kiéslowski y Krzysztof Piesiewicz.-

INTRODUCCIÓN
 Viajemos imaginariamente a la Polonia de 1941. La ocupación Nazi ha sido particularmente despiadada con esa nación. Hogar de la mayor comunidad judía de Europa, el añejo antisemitismo polaco mostró su peor cara durante esa trágica encrucijada histórica, dividiendo amargamente a una sociedad casi impotente ante la siniestra maquinaria de muerte alemana. Nadie confiaba en nadie. La delación era pan cotidiano. En los guetos judíos se luchaba por la supervivencia en condiciones espeluznantes y la vida, en general, no valía un centavo. Con ese marco de horror, en ese ambiente irrespirable, nacía el 27 de junio de ese año Krzysztof Kiéslowski. Como a todos los de su generación, las heridas de la guerra modelaron tanto su formación ética, moral, espiritual y —claro está— artística. Apenas tuvo uso de razón sus ojos vieron como la ocupación soviética trocaba un amo por otro, como se uniformaban la cultura, la educación, el pensamiento y la opinión. No existía la fraternidad, sino una obligada “solidaridad” determinada por el todopoderoso Estado, que en realidad se erigía en el “Socio del Silencio” de cada trabajador. No existía la igualdad —ni ante la ley, ni de ningún otro tipo— ya que ese mismo Estado, en nombre de Marx y Lenin, decidía quién cumplía correctamente con las directrices superiores y quién merecía castigo por evadirlas, favoreciendo la delación y el espionaje intrasocial como sustitución de una sana meritocracia. Y por último, no existía ni rastros de libertad, ya que todo lo humano —todo lo que nos define como seres con libre albedrío— estaba sujeto a la más férrea censura, a la más poderosa maquinaria de moldear cerebros, voluntades y creatividad que se haya visto. Y todo en nombre de la liberación del proletariado, ese al que hay que reeducar (a garrotazos) para que aprenda a lamer la mano que lo oprime en su nombre.

FLEMING: el Creador de 007 en una Fantasiosa Trama de Traición y Espionaje



             
FLEMING: el Creador de 007 en una Fantasiosa Trama de Traición y Espionaje
por Leonardo Tavani
Calificación: Buena ★★★

Fleming: el Hombre que Sería Bond (Fleming, the Man Would be Bond)
Inglaterra, 2014. Producción de BBC Four, Ecosse Films y Sky Atlantic
Miniserie de 4 episodios de 43 minutos de duración.
Dirección: Mat Whitecross  – Creada por: John Brownlow – Escrita por: John Brownlow y Don Macpherson - Elenco: Dominic CooperLara PulverAnna ChancellorSamuel WestLesley Manville,Rupert EvansCamilla RutherfordDean Lennox KellyAnnabelle Wallis, Pip Torrens.-

            Nunca se sabrá si fue una movida de prensa de la editorial, una sugerencia de algún asesor o una respuesta genuinamente sentida, pero ocurrió que en el único reportaje que el presidente Kennedy le concedió a la revista Playboy aseguró que su libro favorito era “Desde Rusia con Amor” (From Russia with Love), aclarando además que “siempre tenía una novela de Ian Fleming en su mesita de luz”. Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, cuando el filme homónimo —el segundo de la inoxidable saga del agente 007— apenas llevaba poco más de un mes en cartelera. Es poco probable que el malogrado presidente haya podido llegar a verla, pero su magnicidio (al menos hasta después de calmarse el maremoto político) resucitó tanto esa como otras declaraciones suyas consideradas de interés. Es un ejemplo perfecto de la repercusión que las novelas de Ian Fleming llegaron a tener hasta poco antes del lanzamiento de Dr. No (1962, Terence Young), la primera aventura cinematográfica de James Bond, el espía al Servicio Secreto de Su Majestad. A partir de 1953, con la edición de Casino Royale —iniciadora de la serie— Fleming alcanzaría prontamente un inusitado status de autor de culto, condición de la que el propio novelista recelaría, plenamente conciente de sus limitaciones literarias. Su vida, durante mucho tiempo opacada por la figura de su hermano Peter, fue objeto de un par de adaptaciones para la pantalla chica, pero la que ahora nos ocupa trae todo el brillo y la sofisticación de las mejores producciones de la BBC, esa increíble factoría de talento cuyos fondos estatales demuestran cabalmente que otra tevé pública es perfectamente posible. Veamos qué tan buena resultó Fleming: el Hombre que Sería Bond.

TOMB RAIDER: Una Historia Atrapante con una Heroína Bien Humana


por Leonardo Tavani
Calificación: Muy buena ★★★★

Tomb Raider (Ídem) EE UU, 2018.
Dirección: Roar Uthaug  Fotografía: George Richmond
Elenco: Alicia Vikander, Walton Goggins, Kristin
Scott-Thomas, Dominic West y Daniel Wu.-
Presenta Warner y MGM. 117 minutos.-



            Sábado 2 de junio, pasadas las 23 hs. Estoy en casa de mi amigo R., con la panza a punto de explotar de tantos fatays de “Claudio, el Rey del Fatay” que embuché casi sin respirar. Ahora estamos navegando un rato por la web, léase “boludear”. Entramos al sitio ese que no pienso deschavar, de donde se descargan las pelis en 1080, y nos ponemos a buscar títulos al “tum-tum”, ya que la digestión de los fatay parece habernos obnubilado la voluntad. O será que somos dos boludos nomás, vaya uno a saber. De golpe aparece la fotito de Alicia Vikander en Tomb Raider, y con mi mejor tono de Gargamuza le digo: “ché, Tino, ¿descargamos Tomb Raider?” Y R. me responde, “y daaaaaaleeeeee!!!!”, y le dá clic nomás. Una horita después ya estaba cargadita en mi pen-drive con subtítulos incluídos. ¡Todo sea por ver a Alicia, que está bastante fuerte, en plan heroína sexy!!! A la noche del domingo, muerto de sueño por haberme acostado casi al amanecer, decido ver la peli; porque, la verdad, si ponía al gordo Lanata me dormía al instante. Con un dejo de racionalidad, pensé: “si me duermo, no pasa nada. Me babeo un rato con la Vikander y listo el pollo!”. Enchufé el ‘pen’ al televisor, seleccioné el archivo, le di ‘Play’ y me dispuse a roncar como nunca en menos de tres minutos. Estaba equivocado, no me dormí nunca. Y cuando terminó Tomb Raider sentí una extraña sensación en mi ego de cinéfilo herido: metí violín en bolsa y antes de acostarme pensé en “el Rey del Fatay”, “¡gracias, Claudio! —exclamé— ¡esta te la debo a vos!!!”.

“LA BESTIA ESTELAR”: Doctor Who celebra su 60 aniversario recuperando toda la magia Perdida

Por Leonardo L. Tavani Calificación: Muy Buena ★★★★ El sábado último regresó la mítica serie Doctor Who . Lo hizo con el primero de lo...