“TRYING” y “CASI UNA DUQUESA” (The Duchess) – Dos Miniseries de Comedia que Rompen con Todos Los Moldes

Por Leonardo L. Tavani   

    Trying ("Ciclos")—Excelente (★★★★★)— es una deliciosa miniserie británica coproducida por BBC y Apple TV + que transforma lo que pudo ser un mamotreto dramáticamente intenso en una luminosa comedia urbana poblada por personajes tan humanos como queribles. En seis acotadísimos episodios de apenas 30 minutos se asiste a las divertidísimas desventuras de una parejita de treintañeros londinenses que buscan concebir un hijo pero no lo logran, por lo que deciden —no sin ciertas reticencias— lanzarse a la aventura de adoptar. Claro que aunque Inglaterra no es Argentocracia (o República Burocrática Argentina, como ustedes prefieran), los chicos tendrán que afrontar algunos buenos trámites, ¡cómo no!, antes de enfrentarse al temible comité de admisión de parejas al programa de adopciones. Y como no podía ser de otra manera, tamaña decisión y semejante forma de desnudar la propia intimidad ante un “jurado” de extraños despertará temores, dudas, recelos y no pocas marchas y contramarchas.

"GAMBITO DE DAMA" (The Queen's Gambit/NETFLIX): UNA ACTRIZ ASOMBROSA PARA UNA MINISERIE MEMORABLE

Por Leonardo L. Tavani

Calificación: Excelente ★★★★★

    A modo de introducción, una apostilla personal: un amigo, luego de leer nuestra crítica a la serie Ted Lasso, se lamentó por no interesarse en absoluto por el fútbol, lo que a su modo de ver le impedía acercarse a esta magnífica comedia. Nuestra respuesta consistió también en un lamento, solo que en este caso se debió a la decepcionante comprobación de que habíamos fracasado a la hora de intentar explicar las virtudes del producto de marras. Porque ni Ted Lasso ni ninguna otra historia cuya trama gire en torno a una actividad humana específica (sea esta un deporte o una vocación artesanal) requiere en absoluto conocimiento previo de tal actividad ni muchísimo menos que ella le guste o siquiera le importe al espectador. Sería algo así como pretender que El Diablo Viste a la Moda (The Devil Wears Prada, 2006; David Frankel), filme que este crítico ama, fuera visto únicamente por personas involucradas en la industria de la moda. Un absurdo. Por el contrario, este tipo de historias resultan fascinantes precisamente porque nos abren una ventanita a un universo que nos resulta ajeno pero que a la vez nos despierta una morbosa curiosidad, y ciertamente que lo auténticamente importante en ellas es la cuestión humana que late y se mueve dentro de ese tal universo.

ASTOR PIAZZOLLA, EL FESTIVAL DE MAR DEL PLATA Y LA DERROTA DE TODA DECENCIA

Por Leonardo Luis Tavani

    Argentina marcha rápida e inexorablemente hacia la pérdida absoluta de toda brújula moral. No se trata en modo alguno de un problema puramente político o ideológico, sino del ascenso —que parece inevitable— de todas las pulsiones socioculturales más innobles de la sociedad. El libre pensamiento, el ejercicio sano de la libertad, el acceso no sólo a la cultura sino a la más elemental educación, y por supuesto la transmisión tanto familiar como grupal de los más básicos valores éticos y de convivencia, son todas cosas que casi inadvertidamente hemos echado en el olvido. Hay una minoría que resiste, por supuesto, pero tanto nuestra degradada clase política como una parte importantísima de nuestra gente —que ha corrido alegremente a echarse en brazos de cuanto relativismo ético se le ha ofrecido a la carta— padecen por igual de este espeluznante mal que nos está carcomiendo por dentro: ya no hay norte, no hay objetivos sanos, e incluso el presidente de la Nación afirmó sin descaro que la “cultura del mérito y el esfuerzo” no es más que una jactancia de ese colectivo que equívocamente se denomina “burguesía”, o en términos de Jauretche (ese proto odiador de clase tan sobrevalorado) el “medio pelo argentino”. En este miasma en que nos hallamos, carentes de valores firmes y a su vez de líderes sobrios que nos ayuden a recuperarlos, se conoció una noticia que a muchos les pasó desapercibida, pero que a todas luces encarna la señal perfecta y definitiva de nuestro abismal descenso a los infiernos morales. El INCAA (el instituto de cine y artes visuales), presidido por el otrora director y hoy furioso militante “K” Luis Puenzo, ha decidido que el premio máximo que otorga el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata deje de llamarse Astor —en honor al marplatense Astor Piazzolla, por supuesto— y pase a denominarse “el Lobo” (exactamente así: ni siquiera “premio Lobo Marino”, que tendría más musicalidad), y todo ello por el módico motivo de que el recordado y admirado músico y compositor no era peronista. O por lo menos, dado que jamás habló públicamente sobre temas políticos, porque su figura —en las afiebradas mentes camporistas— no revestiría “chapa de personaje nacional y popular”.

“LA BESTIA ESTELAR”: Doctor Who celebra su 60 aniversario recuperando toda la magia Perdida

Por Leonardo L. Tavani Calificación: Muy Buena ★★★★ El sábado último regresó la mítica serie Doctor Who . Lo hizo con el primero de lo...