ABSENTIA
Serie de Amazon
y AXN (3 temporadas/30 episodios)
Por Leonardo L.
Tavani
Muy Buena + (★★★★ y 1/2)
Absentia
parte de una premisa fascinante. La madrugada posterior al 6to aniversario
desde que fuera declarada oficialmente muerta “in absentia” (en ausencia), una
misteriosa llamada —presumiblemente hecha por su asesino, que está en
prisión—alerta a su viudo que la agente especial Emily Byrne sigue viva “pero
se le acaba el tiempo”. El agente Nick Durand sale disparado hacia la dirección
que le brinda el criminal y acaba encontrando, efectivamente, a su
supuestamente fallecida mujer. Pero esta vez ella está realmente a punto de
morir. Encerrada en una aterradora jaula de cristal blindado llena de agua, su
agónica liberación revela con un simple golpe de vista que ha sufrido
interminables y escalofriantes torturas. Semanas después de su dificultosa
recuperación clínica Emily enfrentará los verdaderos problemas. Al momento de
ser secuestrada ella tenía un hijo con Nick de apenas un año de edad, y ahora
este llama “mamá” a la segunda esposa de Durand, Alice, quien no sabe muy bien
cómo lidiar con esta mujer que ha regresado, literalmente, de entre los
muertos.
Emily
tiene que intentar rearmar su vida cuando en realidad lo ha perdido todo y no
le resulta posible encajar en ninguna estructura social considerada “normal”.
Su hijo la rechaza, su marido está casado con alguien más, su hermano perdió la
licencia médica a causa del alcohol, su padre viudo enfermó del corazón por la
tristeza… y a cada momento se ve invadida por flashes de horror que se disparan
con pequeños estímulos, haciéndole revivir las torturas y humillaciones que
padeció por seis interminables años. Si todo está mal, cuando menos Emily tiene
una segunda oportunidad. Pero el destino (¿o tal vez los fantasmas del pasado?)
nunca perdona, y una serie de hechos ponen a Emily en situación de sospechosa.
¿Fraguó su propio secuestro? ¿Asesinó a su supuesto homicida, que acababa de
salir de prisión a causa de su milagrosa reaparición? A partir de allí, e
incluso con su propio ex marido creyéndola culpable, la antigua agente del FBI
se embarcará en un raid desesperado para demostrar su inocencia y descubrir
quién y por qué se halla detrás de su interminable secuestro. Pues bien, Absentia
presenta —a grandes rasgos— innumerables aciertos y apenas un par de decisiones
controvertidas. Es un thriller de acción marcado por el drama personal de sus
protagonistas, y esto está magníficamente bien balanceado en su trama, a la vez
que recupera con óptimos resultados el tópico del inocente falsamente acusado.
Cuando se estrenó en 2017 algunos medios apuntaron que se trataba de un regreso
al género de “asesinos en serie”, pero indudablemente esto no es así, ya que el
drama en que se ve inmersa Emily se cruza casi inopinadamente con su
investigación acerca del criminal con que se abre la historia, y todo pasa a
transformarse en algo mucho más oscuro, más siniestro si se quiere, cuya
génesis se halla en el pasado de la mujer y en un experimento conductual
verdaderamente aterrador. En cuanto a la inocencia de la protagonista, lo bueno
del guión radica en que quizás no sea tan pura como pensamos —lo que no la
convierte en una criminal, se entiende; apenas en un ser humano con
contradicciones— y sus manos quizás estén manchadas con algo de sangre. La
primera temporada, pues, utiliza el recurso de la vieja y querida serie El
Fugitivo (The Fugitive; creada por Roy Huggins y protagonizada por David
Janssen. Emitida respectivamente por CBS y ABC desde 1964 a 1967), luego
llevada al cine con gran fortuna por Andrew Davis en el filme de 1993 (con
Harrison Ford y Tommy Lee Jones). Claro que en Absentia las cosas van a
una velocidad que el show clásico no podía permitirse y el tono general es más
cercano a esos maravillosos thrillers hitchcockianos en que un inocente debe
correr por su vida. Ahora, decíamos que la serie también presenta unas mínimas
dudas (o decisiones controvertidas), y estas tienen que ver con la identidad
del auténtico responsable del secuestro de Emily y el tipo de resolución de
esta primera etapa de la historia. Es entendible de todos modos, ya que los
responsables se vieron obligados a mantener la incógnita y si daban demasiadas
pistas es más que probable que algún espectador atento desenredara el ovillo,
pero como todo se relaciona con una obsesión psicopática (cuyo portador culpa
de sus males —no sin algo de razón— a Emily), tal vez ese personaje debió tener
bajo su otro rostro un desarrollo mejor. Insistimos en ello, es una objeción
menor que no afecta a la calidad general del producto.
Absentia 1ra temporada (y ni hablar de las
dos siguientes…) propone una narración semánticamente moderna, pero
sintácticamente “old fashioned”, lo que la enriquece enormemente al permitirle
ampliar su componente dramático. La primera lectura que se desprende de su
trama tiene que ver con la firmeza (o no) de las opciones personales de sus
personajes. Decimos “opciones” y no “decisiones”, puesto que el primer
conflicto de la historia se relaciona directamente con ello: el padre de Emily,
Warren (Paul Freeman, el Belloq que le hacía la vida imposible a Indy en Los
Cazadores del Arca Perdida/Raiders
of the Lost Ark, 1981; Steven Spielberg), opta por amar incondicionalmente
a su hija adoptiva y por supuesto que elige creer en ella aun contra toda
evidencia, tanto como para herir a su otro hijo, quien siempre ha sentido que
era menos querido que su hermana. Jack, precisamente, opta a pesar de todo por
perdonar a su hermana por tantas heridas y también elige creerle y ayudarla,
incluso si ello pone en riesgo tanto su sobriedad como su vida. Todos los demás
personajes se estructuran igualmente a partir del acto de elegir; desde Tommy,
el detective de la Policía de Boston que sabe bucear en los ojos de Emily y
opta por creer en su inocencia (aunque deba perseguirla de todos modos),
pasando por algunos ex colegas del FBI que no dudan de su antigua compañera,
hasta Alice, la nueva esposa de Nick, quien opta firmemente por desconfiar
siempre de ella. Emily misma se enfrenta a cada momento con opciones
definitorias, desde las más obvias (en quién confiar y en quién no) hasta
aceptar convertirse en fugitiva por entender que su búsqueda no es solo una
pesquisa criminal, sino una cruzada íntima y personal. Llegados a este punto
aparece el segundo tópico de la historia, el del peso de nuestras decisiones y
sus consecuencias. La verdad es que el espectador presiente siempre la
inocencia de Emily, incluso cuando algún nubarrón siembra dudas razonables, pero
si está debidamente atento advertirá desde el vamos que ella carga con alguna
culpa o cierta mácula que parece bien enterrada en el pasado, y dicha culpa es
indudablemente la causante de sus sufrimientos. El rompecabezas comienza a
mostrar que la mujer construyó una vida a partir de alguna forma taxativa de
vuelta de página, y que de aquella página olvidada se ha escapado algún demonio
dispuesto a torturarla. Como sea, Emily emergerá tanto de su extenso cautiverio
como de esta frenética persecución sobre su vida transformada en alguien
radicalmente diferente, y el viaje hacia esa metamorfosis resulta
verdaderamente atrapante para el televidente.
La 2da temporada de la
serie (2019), por su parte, parecería a priori ir por caminos diferentes al de
su predecesora, pero todo irá demostrando lo contrario. Un acto terrorista
contra el edificio federal de Boston, perpetrado por un lobo solitario, más la
sorpresiva aparición de la verdadera madre de Emily (a la que esta creía
muerta), serán parte de un ovillo más complicado que, una vez más, se relaciona
directamente con el pasado de la ex agente. Si casi en el final del ciclo
anterior el verdadero criminal le decía a Emily “¡Mira lo que nos hicieron…!”,
estos diez impactantes episodios brindarán las auténticas claves acerca de qué
diantres quiso decir con eso, pero para llegar a ellas el espectador se
embarcará en un viaje fascinante que incluirá la clara percepción acerca del
animal interior que ahora habita en la protagonista, el verdadero rostro y las
auténticas intenciones de algunos personajes, una misión impactante en Europa
del este más la ambigua pero decisiva aparición de Cal Isaac (Matthew Le Nevez),
otro agente del FBI con pasado oscuro que se involucrará de múltiples maneras
con Emily. Espionaje, thriller de acción y suspenso a granel, todo ello se
mezcla en un argumento que expande y mejora los aciertos de su primer año, cosa
de la que no todas las series pueden vanagloriarse. Y así llegamos, entonces, a
esta 3ra y hasta ahora última temporada (2020), recientemente lanzada, la que
redondea una historia que deja a todos con ganas de más y que la reivindican
como uno de los mejores exponentes en su tipo. Nada adelantaremos acerca de su
argumento, ya que se trata de una montaña rusa asfixiante y poderosa que brinda
un broche de oro a la trágica saga personal de Emily Byrne. Al principio, eso
sí, todo parecerá alejarse de sus experiencias pasadas, pero al cabo de andar se
descubrirá que en esta trama se hallarán las claves últimas de todo el pasado
de la agente. Esta temporada, pueden creerlo, se transforma en una experiencia
incluso agotadora, dado lo asfixiante y angustiante que puede tornarse lo que
la pantalla nos devuelve; así de intensa es esta tanda de episodios. Sólo algo
más: en la frontera germano austríaca, intentando rescatar a Nick, Emily
mostrará de qué fibra está hecha. Por momentos, al espectador le correrá frío
por la nuca.
Absentia es el primer trabajo como productora de la
actriz canadiense Stana Katic, la detective Kate Beckett de la
popular “Castle”, quien fue en busca de los creadores y
productores israelíes Oded Ruskin y Gaia Violo (Fauda) para que actuaran
como showrunners del envío. Junto a Matt Cyrulnick, co creador de la serie,
supieron brindarle un tono diferente al de sus competidoras y un clima
absorbente y cuasi opresivo muy poco usual en la pantalla chica. Katic se
transforma desde el vamos en una protagonista imposible de sustituir, dueña de
unas miradas y unos silencios mucho más sugerentes que cualquier parlamento.
Cuando lleguen al episodio 30 (el final), la imagen de la actriz alejándose en
plena calle estará preñada de significados que sólo el soberbio trabajo de esta
intérprete le pudo insuflar. En definitiva, atrapante, intensa y poderosa, Absentia
es todo un placer al que vale la pena entregarse sin culpas.-
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